En Quito, se ha identificado que casi el 40% de los alimentos que consumen niñas, niños y adolescentes se clasifica como ultraprocesados. Estos productos industriales, que incluyen golosinas, snacks salados, galletas, gaseosas y jugos azucarados, son fáciles de conseguir y muy populares, aunque carecen de nutrientes esenciales y poseen altos niveles de azúcar, sal y grasas. Su ingesta regular puede elevar el riesgo de desarrollar enfermedades como la obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares.
En respuesta a esta situación, la Secretaría de Salud del Municipio de Quito ha iniciado espacios de diálogo para analizar el impacto del consumo de ultraprocesados y bebidas azucaradas en la niñez y adolescencia. Según el secretario de Salud, son necesarios cambios en los hábitos alimentarios de esta población, y ya se están implementando diversas acciones, como la mejora en la oferta alimentaria en los bares escolares y la regulación de la publicidad de productos no saludables en espacios públicos.
El Municipio también está trabajando en fortalecer los mercados municipales con alimentos frescos y en promover el consumo de agua en lugar de bebidas azucaradas. Especialistas en nutrición sugieren priorizar el consumo de alimentos frescos y mínimamente procesados y reducir la ingesta de ultraprocesados. Además, enfatizan la importancia de la educación alimentaria y el establecimiento de hábitos saludables en las escuelas para contribuir al bienestar de las futuras generaciones.
