
En Quito, se ha revelado que casi cuatro de cada diez alimentos consumidos por niñas, niños y adolescentes son ultraprocesados. Este tipo de alimentos incluye productos industriales como golosinas, snacks salados, galletas y bebidas azucaradas, que a menudo son atractivos y accesibles. Sin embargo, estos productos poseen altos niveles de azúcar, sal y grasas, mientras que carecen de nutrientes esenciales, lo que aumenta el riesgo de enfermedades como la obesidad y problemas cardiovasculares.
Ante esta situación, la Secretaría de Salud del Municipio de Quito ha iniciado espacios de diálogo para reflexionar sobre el impacto de estos alimentos en la salud de la población juvenil. El secretario de Salud, Miguel Malo, destacó que un 36 % de los alimentos que consumen los jóvenes pertenecen a esta categoría, lo que resalta la necesidad de implementar acciones inmediatas para mitigar este problema.
Entre las medidas que se están tomando se encuentran la mejora de la oferta alimentaria en escuelas, la regulación de la publicidad de ultraprocesados y la promoción del consumo de agua. Además, especialistas en nutrición recomiendan priorizar alimentos frescos y mínimamente procesados, así como fomentar la educación alimentaria en las escuelas para construir hábitos saludables en la niñez y adolescencia.