
El Gobierno de Quito ha aprobado una ordenanza que establece el cobro de la tasa de basura a través de la planilla de agua potable. Esta medida se toma tras la eliminación del pago de la planilla de luz, lo que había generado una pérdida significativa de recursos para la ciudad, estimada en USD 12 millones. El nuevo sistema asegura que los servicios de recolección, barrido y tratamiento de residuos cuenten con los fondos necesarios para operar de manera continua y efectiva.
La Tasa de Gestión Integral de Residuos Sólidos No Peligrosos, como se denomina formalmente, se calcula en función del consumo de agua potable. Esto obedece a estudios que indican una correlación alta entre el uso de agua y la cantidad de residuos generados por los hogares. De este modo, se busca implementar un sistema de cobro que sea justo y equitativo, evitando tarifas arbitrarias que impacten de manera desigual a distintos sectores de la población.
La nueva ordenanza ofrece también mayores clarificaciones sobre quiénes son los beneficiarios de los servicios y cómo deben contribuir. Espacios de uso colectivo, como mercados y eventos públicos, serán reconocidos formalmente dentro del sistema, y tendrán la obligación de pagar la tasa correspondiente. Además, se implementará un esquema de cobro específico para el sector industrial en un plazo de seis meses, asegurando así una gestión sostenible y responsable de los residuos en la ciudad.