
Nicki Minaj ha desatado una fuerte polémica tras su reciente aparición en AmericaFest, donde sorprendió a muchos al expresar su admiración por Donald Trump y Charlie Kirk. La rapera, conocida por su relación histórica con la comunidad LGBTIQ+, adoptó una postura conservadora que dejó atónitos a sus seguidores. En un entorno que previamente había sido crítico de Trump, Minaj elogió su administración, generando reacciones encontradas entre sus fans y la industria musical.
Durante su discurso, Minaj no escatimó elogios hacia la capacidad de Trump y del vicepresidente JD Vance para conectar con la ciudadanía, incluso mencionando su habilidad para apelar a diversos sectores sociales. Sin embargo, su comentario más controverso llegó cuando abordó la identidad de género, alineándose con posturas conservadoras que atacan las políticas de inclusión para menores trans. Este discurso ha representado un giro drástico y divisorio en su imagen pública.
La transformación ideológica de Minaj ha generado un fuerte rechazo entre sus seguidores del colectivo LGBTIQ+, quienes la han considerado una aliada en el pasado. Aunque la rapera ha manifestado que está bien cambiar de opinión, muchos se preguntan si esta nueva dirección en su ideología es un reflejo de un desencanto con las políticas progresistas o simplemente una búsqueda de nuevos públicos. Su evolución ha sido evidente en su creciente actividad en plataformas sociales donde ha compartido sus opiniones conservadoras.