
En La Mariscal, el Centro de Innovación iQ ha comenzado a convertirse en un espacio vibrante para emprendedores y profesionales de diversos sectores. Este centro está diseñado no solo para ofrecer infraestructura, sino para fomentar un ambiente donde las ideas puedan crecer y desarrollarse. Con salas y áreas de capacitación bien equipadas, se busca fortalecer los negocios y crear un sentido de comunidad entre quienes comparten sus historias y proyectos en Quito.
Emprendedores como María Guadalupe, fundadora de una academia de peluquería y estilismo canino, destacan la importancia de este espacio accesible y moderno para continuar formando talento y hacer crecer sus emprendimientos. Otro testimonio notable es el de Patricia Paredes, quien ha encontrado en el iQ no solo un lugar físico, sino un ecosistema de apoyo que ofrece asesorías y capacitaciones para convertir ideas en proyectos sostenibles.
Desde el ámbito científico, Camila Velandia, representante de un emprendimiento en biotecnología, subraya que el iQ también actúa como una vitrina para el talento local. Con iniciativas como La Tienda Quito y la organización de ferias, este centro se posiciona como un punto clave para conectar la innovación con la comunidad y el desarrollo territorial en la ciudad.