Las aceras en la calle Rocafuerte del Centro Histórico de Quito han sido renovadas, brindando un espacio más amplio y seguro para los peatones. Esta intervención está enmarcada dentro de la segunda fase del Plan de Recuperación Urbana, que busca revitalizar el corazón de la ciudad ofreciendo un entorno más amigable y accesible. Junto a la ampliación de las aceras, se han incorporado árboles, mejor iluminación y rampas adecuadas, lo que promueve un uso más seguro y cómodo del espacio público por parte de los residentes y visitantes.
Durante la inauguración, el alcalde Pabel Muñoz socializó con comerciantes y vecinos, subrayando la importancia de cuidar el entorno recién mejorado. La obra no solo beneficiará a quienes transitan por esa vía, sino que también se espera que contribuya a la seguridad y calidad de vida de más de 200,000 habitantes en las áreas circundantes. Las nuevas medidas buscan fomentar la identificación de los ciudadanos con su ciudad y alentar un sentido de comunidad.
La intervención en la calle Rocafuerte no solo incluye mejoras superficiales, sino que forma parte de un plan mayor para preservar el valor patrimonial del Centro Histórico de Quito, reconocido por la UNESCO. Esta revitalización incluye otras vías importantes y se complementa con un enfoque en limpieza, seguridad, y cuidado de los espacios públicos. Con estas acciones, se pretende convertir el Centro Histórico en un lugar más vibrante y dinámico, donde la gente pueda disfrutar y sentirse segura.
