La Ruta de los Monigotes en Guayaquil se ha convertido en un atractivo turístico que resalta la creatividad y tradición del suroeste de la ciudad. Este evento anual no solo trae color y alegría a las calles, sino que también atrae a miles de visitantes locales, nacionales e internacionales, contribuyendo de manera significativa a la economía local. Artesanos se preparan con gran entusiasmo, exhibiendo impresionantes esculturas que se extienden por diversas ubicaciones del sector, con el respaldo del Municipio, que destina más de USD 83.000 a este proyecto que fomenta el empleo y la actividad económica en la temporada festiva.
Desde el 22 de diciembre, los visitantes pueden apreciar más de 21 monigotes en lugares estratégicos, como la intersección de la 14 y Ayacucho, donde esculturas iconográficas como la torre Eiffel y personajes de la cultura popular encantarán a todos. Esta tradición, que se remonta al siglo XIX, ha evolucionado a lo largo del tiempo, convirtiéndose en un evento que reúne a la comunidad y revitaliza el turismo barrial. Artesanos como Winston Murillo y Mauricio Arias invitan a todos a ser parte de esta celebración que fusiona historia, arte y diversión familiar.
El impacto de la Ruta de los Monigotes va más allá de la exhibición de estas creativas esculturas; también fomenta la identidad cultural de Guayaquil. Este año, se han incorporado nuevas temáticas innovadoras que incluyen personajes actuales para atraer a un público más joven. El gobierno local se ha comprometido con la sostenibilidad y la continuidad de esta tradición, buscando expandir el evento en el futuro. A medida que más turistas visitan la zona, la Ruta de los Monigotes se establece como un fenómeno que no solo celebra la cultura, sino que también potencia la economía local y fortalece la comunidad.
